Tal vez Ojos cómplices, descarados. El sol de mediodía en la ventana. Un dinosaurio del tamaño de un pulgar. El primer adiós, de tantos. LEER MÁS
Una última mirada La tarde acabaría apaciblemente si Fufo, Lurilay, Nayenka, Yon y Keka no jugaran pegando gritos tras la pelota, todos a la vez. LEER MÁS
Cuidado A veces es mejor no asomarse a la ventana de una casa que no es la tuya; podrías encontrar que allí también viven los demonios de tu propia casa. Tú en la selva humana LEER MÁS